EL PAPA FRANCISCO RECIBIÓ AL CONSEJO PRIMACIAL DE LA CONFEDERACIÓN DE LOS CANÓNIGOS REGULARES DE SAN AGUSTÍN

EL PAPA FRANCISCO RECIBIÓ AL CONSEJO PRIMACIAL DE LA CONFEDERACIÓN DE LOS CANÓNIGOS REGULARES DE SAN AGUSTÍN

“Practicar la espiritualidad del encuentro: es esencial para vivir la sinodalidad en la Iglesia” Papa Francisco

Al recibir el 13 de enero, en audiencia al Consejo Primacial de la Confederación de los canónigos regulares de San Agustín, el Papa Francisco recordó que consagrarse a Dios significa hacer del Evangelio regla de vida, amar a Cristo y a la Iglesia que es su cuerpo. Pero también adaptándose a las circunstancias del tiempo, los lugares y las culturas. Y afirmó que las congregaciones no deben aislarse, sino vivir el presente abriéndose al futuro.

La regla fundamental de la vida religiosa es el seguimiento de Cristo propuesto por el Evangelio. Tomar el Evangelio como norma de vida, hasta poder decir con San Pablo: “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”. Lo reiteró el Santo Padre al hablar al Consejo Primacial de la Confederación de los canónigos regulares de San Agustín a cuyos miembros recibió en la Biblioteca del Palacio Apostólico, y pidió a los religiosos que hagan del Evangelio su vademécum y que no lo reduzcan a ideología, para que permanezca siempre espíritu y vida.

Abordando más directamente los cánones regulares de San Agustín, el Papa recordó el anhelo humano de Dios descrito por el obispo de Hipona en las Confesiones y explicó que “Dios nos ha hecho para Él y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Él”. Por eso los canónigos regulares se dedican principalmente a la “búsqueda constante y cotidiana del Señor”. Ante todo en la vida comunitaria, para que la koinonía, es decir, la comunión y la relación fraterna, haga de “todos constructores, tejedores de fraternidad”.

El Papa recuerda también a los canónigos regulares de San Agustín la importancia de su Confederación, instituida por Juan XXIII en 1959 y destinada a favorecer la comunión entre las congregaciones que comparten el mismo carisma. Destacó asimismo los objetivos del organismo y, entre ellos, la ayuda mutua, entre congregaciones, “en lo que se refiere a la dimensión espiritual, la formación de los jóvenes, la formación permanente y la promoción de la cultura”. Y explicó que a través de las confederaciones se evita el aislamiento de las congregaciones individuales, lo cual es peligroso.

Por último, el Papa exhortó a los canónigos regulares de San Agustín a revisar su carisma y a “reforzar la comunión de vida a ejemplo de la primitiva comunidad apostólica”, “anticipación de la unión plena y definitiva en Dios y camino hacia ella”.

EL PAPA FRANCISCO RECIBIÓ AL CONSEJO PRIMACIAL DE LA CONFEDERACIÓN DE LOS CANÓNIGOS REGULARES DE SAN AGUSTÍN