Boletín de prensa con motivo del 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

BOLETIN DE PRENSA

Con ocasión del sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ha preparado el mensaje: “El anhelo de la paz, la vida digna y los Derechos Humanos en México” con la finalidad de conmemorar la adopción y proclamación de la Declaración Universal, considerada como “una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad” y “una de las más altas expresiones de la conciencia humana”

Este mensaje de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social se ofrece como un mensaje de esperanza a los hombres y mujeres de buena voluntad que viven en nuestro país situaciones preocupantes derivadas de la pobreza y la desigualdad, de la crisis de seguridad pública y de la violencia y de la fragilidad de nuestra democracia y que les impiden vivir con dignidad y ejercer sus derechos y deberes humanos.

Al proponer el aporte significativo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, recogido en la Doctrina Social de la Iglesia, se reconoce que la aspiración de la humanidad en ellos expresada, a vivir en seguridad, justicia y esperanza ante el futuro, constituye una lógica moral que ilumina la existencia humana y hace posible el diálogo entre los hombres y mujeres y entre los pueblos. El mensaje de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, está dividido en tres partes, que responden a la lógica del método de la Doctrina Social de la Iglesia: ver, juzgar, actuar.

En él se reconoce que a pesar de ser un gran ideal, compartido por el concierto de las naciones, los derechos humanos, son todavía, a pesar de los 60 años de su solemne proclamación, objeto de violaciones graves y continuas. Por ello, se aprovecha la conmemoración de este aniversario como una invitación a realizar un examen de conciencia que permita reconocer las tareas pendientes en materia de derechos humanos en nuestra patria.

La primera parte, dedicada a la contemplación de la realidad presenta y reconoce los esfuerzos hechos en materia de derechos humanos por parte de autoridades, organismos públicos y organismos de la sociedad civil y propone una visión de las tareas pendientes para avanzar en la consolidación de un Estado Democrático de Derecho cimentado en la promoción y tutela de los Derechos Humanos en tres ámbitos: pobreza y desigualdad; seguridad y violencia y, política y ciudadanía.

La segunda parte, presenta una profunda reflexión sobre la dignidad humana de la que emanan los derechos y deberes humanos, universales, inviolables e irrenunciables, a la luz de la Palabra de Dios y con la orientación de la Doctrina Social de la Iglesia. Se propone el testimonio y enseñanza de Jesús de Nazaret frente a la situación de los hombres y mujeres empobrecidos de su tiempo, ante la tentación de la violencia y sobre la relación entre gobernantes y gobernados.

Se propone además con la orientación de la Doctrina Social de la Iglesia el fundamento antropológico, clave para la interpretación de los Derechos Humanos; la tarea de todos en su promoción y defensa y la particular responsabilidad del Estado y los desafíos para los derechos humanos en un mundo globalizado.

En la tercera parte, se proponen algunos horizontes de acción para la promoción de los derechos humanos, en la que se hace una contundente condena a la violencia y a todo atentado contra el derecho fundamental de la vida, una invitación a sumar esfuerzos para combatir la pobreza y la desigualdad y una exhortación a la participación ciudadana para asegurar de manera corresponsable condiciones de vida digna para todas y todos los mexicanos.

Se alienta a los defensores de los derechos humanos a no desfallecer y a quienes se inspiran en esta tarea motivados por la fe se les ofrecen los recursos de la espiritualidad cristiana y de la Doctrina Social de la Iglesia para perseverar en su compromiso.

Se presentan algunos lineamientos para asumir desde la pastoral social de la Iglesia, la educación y promoción de los derechos humanos y se invita a los organismos públicos de derechos humanos, a los organismos de la sociedad civil y a las autoridades a coadyuvar para que pronto y de la mejor manera y con la participación de todos, también de la Iglesia, haya condiciones que posibiliten a todas y todos los mexicanos el ejercicio de sus derechos y deberes humanos.

Con este mensaje los Obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social invitan a todos los católicos y católicas y a los hombres y mujeres de buena voluntad a asumir evangélicamente desde la perspectiva del Reno la tareas prioritarias que contribuyan a la dignificación de todo ser humano y a trabajar con este propósito con los demás ciudadanos y ciudadanas e instituciones.

Para mayores informes favor de comunicarse a:

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