CCM

Unidad de la República

En medio de una tragedia por la muerte del Secretario de Gobernación, de un grupo de funcionarios públicos federales y de otras personas alcanzadas por el desplome del avión accidentado, hemos vivido un momento de lección cívica y de unidad nacional. Para la sociedad, es importante contemplar que dentro de las legítimas diferencias políticas todos los protagonistas saben unirse para reconocer la labor realizada por los funcionarios públicos honestos y saben expresar su unidad en torno a una causa común que es el bien del país que conformamos juntos. El homenaje póstumo que ha dado el Presidente de la República a todos estos colaboradores, en especial a quien fungía como Secretario de Gobernación, ha contado con el apoyo de la clase política y de muchos grupos sociales que han reconocido los esfuerzos realizados por estos servidores públicos en medio de dificultades y adversidades, pero movidos por ideales y compromisos claros. No han faltado los momentos de oración en los que unos y otros se han unido también solidariamente. El Arzobispo de México ha estado cerca de las familias que han perdido a un ser querido para expresar la fortaleza de la fe y la esperanza cristianas. Las causas de la tragedia están siendo investigadas escrupulosamente y deben ser aclaradas con mucha objetividad por parte de autoridades y especialistas. Muchas pueden ser las especulaciones en torno a las responsabilidades de los implicados en la lucha contra el crimen organizado y por las amenazas reiteradas que habían recibido debido a su desempeño, pero es más sano dejar que fluyan los resultados de los peritajes para tener una visión más clara. Esperamos a la brevedad resultados lo más transparentes posible para dar una respuesta convincente a la opinión pública. Por lo pronto, podemos entresacar frutos positivos de los lamentables hechos: un clima de mayor apertura y colaboración entre las fuerzas políticas; un clima de firmeza en la lucha que se ha emprendido para erradicar de nuestro entorno social la corrupción, el narcotráfico y la inseguridad; un clima para fortalecer las convicciones e ideales en orden a construir un mejor país. Es también un buen momento para revisar los planes y estrategias. La responsabilidad de quien asuma la Secretaría de Gobernación es la de mayor importancia en el gabinete del Ejecutivo, ya que debe continuar los esfuerzos de diálogo entre las distintas fuerzas políticas e insistir en la apertura de los sindicatos y en una mayor colaboración de los distintos grupos empresariales y demás agentes económicos y sociales. Es tiempo de trabajar con más empeño por la reconciliación y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Es tiempo de unidad republicana.

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